Con partidos como General Villegas, que lleva 15 meses con sus campos inundados, la situación del campo bonaerense por las inundaciones es calificada como “desesperante” por un reciente informe sobre el tema elaborado por Carbap (Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa).
Se habla de diez millones de hectáreas afectadas por el agua en el campo bonaerense, de más de un millón que directamente no se sembrarán como consecuencia de la inundación y de un impacto que alcanza a la agricultura a la ganadería y a la lechería y que ya empieza a tener su correlato también en la actividad económica de los pueblos.
Entre las derivaciones que anticipan en Carbap como consecuencia de las prolongadas inundaciones se cuenta la falta de carne prevista para marzo del año próximo.
También destacan que como consecuencia de la presencia del agua está colapsada la red de caminos vecinales, hay campos que no se pueden trabajar porque quedaron aislados y hasta escuelas rurales que , por la misma razón, debieron dejar de dar clases.
El tesorero de la entidad, Horacio Salaverry, advirtió que la situación es más compleja aun en el sector ganadero que en el agrícola.
“En la provincia de Buenos Aires y en la zona pampeana debe andar alrededor de las 10 millones de hectáreas afectadas. La cifra es tremenda, la cantidad de agua en superficie y en napas es tremenda”, expresó.
E productor contó que hay zonas de La Pampa “donde toda la vida tuvieron una seca tremenda y hoy están con mucha agua en la superficie”.
Salaverry explicó que la situación es más compleja en el sector ganadero, y estimó que en la lechería “en la zona afectada va a haber una merma del 25 por ciento de la producción”.
“La parte agrícola todavía no ha tenido una afectación muy grande porque todavía estamos esperando que si se reduce la cantidad de precipitaciones se puede empezar a trabajar sobre la cosecha gruesa en septiembre y octubre”, agregó.
Por último, explicó que si bien el gobierno asiste a los productores con la posibilidad de declararse en emergencia, lo que brinda beneficios impositivos, muchos no se adhieren porque “los pone como no sujeto de crédito, y eso complica más la situación”, por lo que reclamó cambiar la ley.
Un informe de la entidad advierte que “a poco más 20 días de comenzar la siembra gruesa 2017/2018 en la llanura pampeana, la situación es desesperante”.
“Prácticamente toda la cuenca del río Salado, desde la desembocadura en la bahía Samborombón extendiéndose hasta zonas de La Pampa y sur de Córdoba, pasando por todo el oeste de Buenos Aires, se encuentra en graves problemas hídricos producto de las elevadas precipitaciones del 2017”, dice el informe.
El reporte indica que “la diversidad de problemas que generan estas inundaciones va desde la pérdida de miles de hectáreas de soja y maíz que no se pudieron cosechar, cientos de miles de litros de leche que se tuvieron que tirar, hasta la pérdida de terneros y vacunos en general”.
“Las pérdidas no solo son productivas, sino también la infraestructura, sobre todo la parte vial, está colapsada, poniendo en juego la vida rural”, indicó CARBAP.
La entidad señaló que “la imposibilidad de llegar a los campos y las escuelas rurales que no pueden dictar clases, se convirtieron en un cóctel explosivo que hizo que en muchas zonas que quedaron aisladas tuvieron que ser abandonadas ante el avance del agua”.
“El análisis de una secuencia de imágenes satelitales de esta semana nos muestra que a la fecha estamos en el pico máximo de un fenómeno que se inició hace varios meses”, indicó CARBAP, en cuyo trabajo señala que la situación actual “no nos permite ser optimistas”.